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ÆTER puede verse como un estudio de electromagnetismo que traslada ese fenómeno a un entorno sónico inmersivo. Mediante antenas y circuitos electrónicos analógicos, los sistemas autónomos capturan y transforman directamente las ondas electromagnéticas, siempre presentes en el aire que nos circunda, en material de audio de baja frecuencia.
ÆTER “escucha” así su entorno —la naturaleza, la tecnología y los visitantes— pero también a sí mismo, lo que hace que la pieza cambie constantemente y anime, no solo a cambiar nuestra percepción del mundo y sus dimensiones, también nuestro propio aparato perceptivo. La intención no es crear un instrumento performativo que permita al visitante tocarlo, sino más bien generar una red interconectada compleja.
ÆTER se ha inspirado en la invención más emblemática del científico y músico ruso Léon Theremin (1896-1993): el theremín, un instrumento musical que derivó del intento de crear un dispositivo de vigilancia.
https://www.aec.at/ai/de/aeter/